Convertir el tema en una o varias preguntas o frases que el trabajo permitirá contestar.
Un buen primer paso suele ser documentarse mediante la consulta de fuentes de información general.
Concretar los puntos de vista: general, estadístico, sociológico, histórico, económico, político, etc.
Establecer si es necesario un periodo temporal, cobertura geográfica, idioma, tipología documental (monografías, artículos, informes, estadísticas, etc.).
Para una correcta búsqueda
Tener claro que tipo de información necesitamos: estadísticas, informes, libros, artículos, etc.
Selección de fuentes: una selección previa que nos garantice recuperar información fiable y de calidad. Las fuentes que te recomienda la biblioteca cumple esos requisitos.
En la búsqueda:
Escribir una frase que describa lo que queremos buscar. Identificar los conceptos o ideas principales y elegir los términos que mejor los representan. Buscar términos alternativos: sinónimos, acrónimos.
Traducir esos términos al lenguaje documental propio del recurso que se está consultando (tesauro, lista de materias).
Establecer límites: fecha de publicación, tipo de publicación, idioma, etc.
Para evaluar la información
Fuentes aconsejadas: Los medios más fiables para localizar información válida son los recomendados por la biblioteca como Unika, Bases de Datos, Google Scholar de contenido científico, revistas científicas, etc.
Fuentes desaconsejadas: Se desaconseja el uso de aquellas fuentes que no tengan rigor científico o académico por ejemplo Google o Wikipedia.
Las fuentes recomendadas por la biblioteca como Unika o las bases de datos proporcionan contenidos de calidad.
Para poder evaluar una fuente de información externa podemos usar los siguientes criterios:
Autor: ¿Quién lo ha escrito? - Siempre de consultar información de autores de prestigio o expertos en tu área de conocimiento.
Procedencia: ¿Dónde está la información? - Comprueba la calidad del editor responsable de la publicación o de la revista que publica el artículo.